Crítica a la película "El gran showman"

La película “El gran Showman” es un musical basado en la historia de Phineas Taylor Barnum (fundador del circo Ringling Brothers y Barnum & Bailey) que trata sobre la igualdad y sobre perseguir los sueños.

Narra la historia de un niño huérfano y pobre, cuyo sueño es ser artista. Así que un buen día decide comprar un teatro, gastandose así casi todo el dinero que tiene para crear, con ayuda de su mujer y sus hijas, un emocionante espectáculo que haga feliz a todo el que lo vea. Para ello deciden juntar a todas las personas diferentes y excluidas que encuentran y juntarlas en un mismo show, que no solo sea un bonito espectáculo de ver sino que se convierta en un sitio donde todas las personas que se sienten fuera de lugar encuentren un sitio donde estar en familia, sin que nadie les juzgue ni les aparte por como son. Durante todo este proceso, también hay momentos en los que el protagonista pierde la visión de lo que quería conseguir con este espectáculo, (reunir en escena a personas de todas la clases y presentarlas como iguales) y para quien lo quería hacer, y se centra en el dinero y la fama, de lo que acaba arrepintiéndose.

Hay dos cosas que han hecho de esta película una de las mejores que se han producido y son por una parte, la increíble puesta en escena y el elenco que tienen y por otra, los mensajes que transmite.

Es la primera película dirigida por Michael Gracey y además cuenta con los productores de la película “Lalaland”. El elenco, formado por Hugh Jackman, Zac Efron y Zendaya entre otros, no podría estar más acertado. Por otra parte, la puesta de escena y todas la canciones de ésta película son espectaculares y están muy bien elegidas para cada situación. Además son muy pegadizas y difíciles de olvidar, ya que tienen mensajes muy inspiradores. Sin duda son un punto determinante para el éxito de esta película.

Por último, los mensajes que transmite son seguramente lo mejor de toda la película. Nos anima a luchar por nuestros sueños y a no darnos por vencidos aunque haya muchas dificultades. También, deja claro que no todas las personas somos iguales y que eso no es para nada malo; que tenemos que dejar de pensar en el que dirán y estar orgullosos de quienes somos. Porque ser diferente no significa ser superior o inferior a nadie y porque hay que aplaudir la diversidad. Además de eso, también dice que el dinero y la fama no lo es todo y que no hace falta que te quiera todo el mundo, que basta con unas pocas personas. Y sobre todo, si crees en algo, arriesgate.

Es sin duda una película recomendada a todo el mundo, a todo tipo de personas y de todas las edades, porque el arte más noble es el de hacer felices a los demás.